La premier del estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, dijo que sin un pronóstico de lluvia para la próxima semana, las inundaciones retrocederían gradualmente en la mayoría de las regiones.
Berejiklian señaló que tres mil personas habían podido regresar a sus hogares para evaluar los daños, pero decenas de miles más seguían evacuadas.
Se cree que la mayoría de los sistemas fluviales han alcanzado su punto máximo, sin embargo, la complacencia es una preocupación para nosotros. Necesitamos asegurarnos de que todos permanezcan fuera de las inundaciones, sostuvo.
La funcionaria advirtió que todavía las corrientes son muy fuertes y continuarán ocurriendo caudales impredecibles en las comunidades que no han visto esta cantidad de lluvia durante 50 o 100 años.
Al respecto, pidió a los residentes que tuvieran paciencia mientras disminuía la amenaza, en particular a aquellos que aún no podían regresar a sus hogares.
Mientras el agua sigue fluyendo hacia los ríos, las alertas de inundaciones permanecen para partes del norte de Nueva Gales del Sur y la costa sur del estado vecino, Queensland.
El lunes, aproximadamente 15 mil personas dejaron sus propiedades en el norte de Nueva Gales del Sur, mientras que en Sydney (sureste), alrededor de tres mil personas abandonaron sus hogares cerca de los ríos Nepean y Hawkesbury.
Algunas áreas en la costa norte de Nueva Gales del Sur recibieron más de un metro de lluvia el fin de semana, y un centro de datos al norte de Sydney registró 249 milímetros en solo 24 horas el domingo.
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