Los participantes en esa Conferencia alegan que es un foro para ayudar a los sirios, pero en realidad es un evento de alarde que es inútil en ausencia de Damasco, dijo el delegado ante la ONU, Bassam Sabbag.
Agregó que la misma se ha convertido en una plataforma para atacar y desprestigiar a Siria, y politizar la labor humanitaria al servicio de las agendas de determinados países.
Según el diplomático, algunos estados miembros del Consejo de Seguridad hacen caso omiso de los efectos desastrosos de las sanciones económicas impuestas al pueblo sirio, lo cual deja claro que no buscan labor humanitaria sino más bien lograr objetivos políticos explotando esa situación.
Las medidas coercitivas ilegales, la última de las cuales es la llamada ‘Ley César’ impuesta por Washington, representan un terrorismo económico y castigo colectivo, y son el origen de la crisis económica que atraviesa el pueblo sirio, señaló.
Rechazó también, la política de condiciones y dictados, y dijo que la misma obstaculiza el proceso de reconstrucción e impide propiciar un entorno favorable para el regreso voluntario y digno de los refugiados.
La consagración de este lenguaje y las medidas coercitivas unilaterales constituyen factores que no contribuyen a la reconstrucción ni a la creación de condiciones adecuadas para concretar una solución política y recuperar la estabilidad en Siria, precisó Sabbagh.
Concluyó su intervención con enfatizar que el centro de la acción humanitaria en Siria debería ser Damasco y no otras ciudades en los países vecinos o más allá.
La Unión Europea (UE) y la ONU convocaron de forma telemática a la Conferencia de Bruselas V que se celebra los días 29 y 30 del mes en curso, con el supuesto objetivo de recabar fondos de ayuda humanitaria para Siria.
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