De acuerdo con un comunicado del administrador de la EPA, Michael Regan, esos cambios ayudarán a la agencia a recibir el mejor conocimiento científico y reducirán la influencia de la industria de los combustibles fósiles en las regulaciones medioambientales.
Los 40 especialistas en cuestión son acusados, precisamente, de favorecer a la industria de combustibles fósiles y formaban parte de comités asesores dedicados a diseñar regulaciones sobre la contaminación del aire y el método de ‘fracking’, entre otros temas.
Sectores ecologistas se mostraron satisfechos por esta decisión y destacaron la urgencia de volver a hacer de la ciencia una necesidad para la EPA, como apuntó la agrupación Poder Latinx.
Trump fue muy criticado por sus posturas en materia de política ambiental. El magnate impulsó la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París e incluso se negó a reconocer los efectos del cambio climático y actuar al respecto.
Al llegar al poder, Biden tomó varias acciones ejecutivas dirigidas a revertir decisiones de su antecesor, por ejemplo, en su primer día en el cargo anunció el regreso de la nación norteña al Acuerdo de París.
El jefe de la Casa Blanca también prometió potenciar las energías limpias y tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aunque para ello tendrá que enfrentar la oposición de sectores industriales y políticos conservadores.
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