El gubernamental Comité Técnico del Consejo de Seguridad y Defensa indicó en una reunión que los movimientos de lucha armada deben detener los ingresos de combatientes hasta que el tópico de seguridad estipulado en el convenio sea implementado completamente.
Según el diario digital Sudán Tribune, el pronunciamiento de ese ente tiene lugar luego de que a principios de este año integrantes de formaciones armadas de la occidental región de Darfur se instalaron con su equipamiento bélico en Jartum y otras ciudades de este país.
De acuerdo con el pacto de paz suscrito entre el Ejecutivo y agrupaciones como el Frente Revolucionario Sudanés, el cumplimiento del aspecto de seguridad conducirá a la conformación de un ejército unificado.
En virtud de tal convenio, en febrero de este año en Sudán se conformó un Ejecutivo de unidad nacional, que integra a las fuerzas insurgentes, y propugna el logro de la paz y la estabilidad de este estado del norte africano.
Además de sufrir otrora una prolongada guerra, en este territorio en los últimos tiempos rebrotaron enfrentamientos intercomunitarios por el control de tierras y de ganado.
El conflicto armado en Darfur y otras zonas aledañas desde 2003, en el que participaron fuerzas del Ejército, milicias progubernamentales y entes insurgentes, dejó saldo de unos 300 mil muertos y alrededor de dos millones de desplazados, según organismos humanitarios.
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