Con la adhesión de 38 organizaciones de la Salud, se pronunció además por impulsar la campaña de vacunación inmunizadora en curso ante la sobrecarga de los recursos humanos del sector.
Señala que esto afecta el diagnóstico de laboratorio como factor necesario para ‘retomar el hilo epidemiológico en el más corto plazo posible’ y advierte que la información publicada a través del Sistema de Nacional de Emergencia sufre alteraciones que devienen expresión de la sobrecarga a la cual está sometida el testeo y reporte.
El órgano especial del SMU manifestó que la preocupación fundamental de los colectivos de la Salud es, por un lado mantener informada a la población general para que se proteja y por el otro propiciar el cuidado de los equipos asistenciales, quienes ‘están trabajando con extrema tensión laboral y emocional’.
Sus integrantes concordaron con un documento del ministerio rector a los prestadores de salud en cuanto a las recomendaciones para situaciones de saturación del sistema y disponibilidad de camas de terapia intensiva, que define criterios de priorización de pacientes para ingreso a salas de cuidados (CTI).
En coincidencia con esas preocupaciones, el Grupo Científico Asesor Honorario (GACH) recomendó precisamente reducir drásticamente la movilidad entre un grupo de recomendaciones para contener la propagación comunitaria sostenida del virus SARS CoV2, causante de la enfermedad.
Además de desestimarlas, el presidente de la República, Luis Lacalle, rechazó establecer cuarentena obligatoria pese a las elevadas cifras de casos diarios y salas de CTI al borde la saturación.
El parlamentario del Frente Amplio Charles Carreras reprochó que no se tomaran a tiempo los consejos del GACH e instó a reconocer una crisis sanitaria, social y económica.
Reclamó un ámbito de trabajo para la pandemia que pudiera incluir no solo a la comunidad científica, sino también a representantes de la salud, médicos intensivistas, enfermeros y trabajadores en general.
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