La imposición de sanciones y su renovación a pesar de la pandemia de Covid-19 y su impacto negativo sobre la población muestra una verdadera hipocresía en el tratamiento a la situación humanitaria en Siria, anunció la Cancillería en carta al Secretario General de la ONU y al presidente del Consejo de Seguridad.
El texto explica los efectos catastróficos de este bloqueo sobre diversos aspectos de la vida de los sirios y sus necesidades diarias de alimentos, medicinas, electricidad, combustible para calefacción, atención médica e incluso fórmulas infantiles.
Asimismo, critica la celebración de la 5ª Conferencia de Donantes de Bruselas sin la presencia del Gobierno sirio que es, según el documento, la parte que se ocupa de los asuntos y necesidades del pueblo y es el principal socio de las Naciones Unidas y la comunidad internacional en la labor humanitaria en Siria en el país.
Alerta que la conferencia de Bruselas se convirtió en una herramienta de presión y chantaje por parte de los donantes para imponer sus dictados sobre los mecanismos de entrega de ayuda humanitaria.
El centro de la acción humanitaria en Siria debería ser Damasco y no otras ciudades en otros países vecinos, concluye.
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