Sobre la reciente propuesta del jefe de la delegación ucraniana ante el Grupo de Contacto, Leonid Kravchuk, de cumplir con un alto el fuego ‘total y completo’, Peskov respondió a la prensa que Rusia ‘no es parte en el conflicto’.
El portavoz del Kremlin manifestó que la tregua concierne a las partes que se encuentran en la línea de separación, informó la agencia de noticias TASS.
En la región del Donbass el conflicto se intensificó a partir del pasado 26 de marzo, cuando cuatro militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron asesinados en las cercanías de la aldea de Shumy.
Kiev acusó del hecho a la Milicia Popular de la República Popular de Donetsk, la cual negó su participación.
Esta semana, la presidenta del Consejo de la Federación rusa (Senado), Valentina Matvienko, alertó a la comunidad internacional sobre la situación en Donbass y llamó a impedir de una guerra civil en Ucrania.
‘La comunidad internacional debe preocuparse seriamente ante el avivamiento de la tensión en esta región e impedir una nueva guerra civil, nuevas víctimas y nuevo derramamiento de sangre’, dijo Matvienko, según la agencia de noticias Sputnik.
Para la legisladora rusa, es necesario advertir a Kiev para que mida sus pasos y evite la reanudación de las hostilidades en el este de Ucrania, algo que, dijo, ‘es inadmisible’.
Denunció que tal situación implicaría la continuidad de una guerra civil en el centro de Europa, lo cual, apuntó, no puede ser la solución del conflicto interno en Ucrania.
El Gobierno de Kiev emprendió desde abril de 2014 una operación militar para desarticular las milicias en Donbass, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, luego del cambio de Hobierno ocurrido en el país en febrero de ese año.
Según estimaciones de la Organización de Naciones Unidas los enfrentamientos han provocado alrededor de 13 mil muertos y 1,3 millones de desplazados.
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