La Asociación para el Intercambio Cultural y Económico con Cuba (Aicec) es la promotora de la iniciativa que incluye la inserción, dentro de los huevos, de la reproducción en tela de una obra creada especialmente para la ocasión por un joven pintor camagüeyano.
En diálogo con Prensa Latina, el presidente de la Aicec, Michele Curto, explicó que la idea surgió a partir del deseo de contribuir de alguna manera con ‘el enorme esfuerzo humanista que está haciendo Cuba a través de sus cinco candidatos vacunales’.
Hace tiempo estamos colaborando con el Instituto Finlay y nos parecía también fundamental tratar nosotros de aportar con un granito, que no fuese sólo un granito de recursos, sino también conceptual, dijo.
Fue así –indicó- como el lindo cacao de Baracoa se encontró con el azúcar orgánico de Villa Clara, en las manos sabias de un chocolatero de Turín, Apendino, quien regaló su arte conociendo también el motivo.
Al referirse a la pintura, Curto apuntó que su autor la llamó Soberana y representó en ella a un zunzún colorido descontaminando el mundo gris creado por la pandemia de Covid-19.
Toda la recaudación de la venta de esos huevos irá para el Instituto Finaly, puntualizó y añadió que ‘todo el esfuerzo que hacemos va a favor de un concepto que Cuba difunde en el mundo, un concepto de solidaridad, de compartir, de luchar juntos y por eso es que el bloqueo (al cual está sometida por Estados Unidos) es absurdo’.
Reconocida como un referente importante en el movimiento italiano de solidaridad con Cuba, la Aicec creó ‘Sano, justo y solidario’, red de asociaciones de amistad y cubanos residentes presente en 36 ciudades de este país, quienes colaboran en la distribución de productos agroalimentarios de la isla.
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