En esta fecha se reportaron tres mil 380 casos nuevos, lo que elevó a 23 mil 488 los enfermos activos, mientras que con 32 muertes más en esta última jornada las víctimas fatales suman mil 41 en un año de emergencia sanitaria.
Desde el Grupo Asesor Científico Honorario su coordinador, Rafael Radi, ratificó las recomendaciones transmitidas al gobierno el 3 de febrero, en su mayor parte desatendidas en demostración de diferencias de miras.
Algunas de las sugerencias desestimadas consistieron en abrir restaurantes y bares solo para el servicio a domicilio, el cierre de cines y teatros, competencias deportivas, gimnasios y limitar el comercio a suministros esenciales.
El catedrático investigador expuso en la televisión la presencia en el país de la cepa virulenta denominada P1, en el orden de 13 al 15 por ciento, mucho más intenso en la frontera con Brasil y en el departamento Rivera del 80 por ciento.
Por su parte el Comité de Emergencia del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), con la adhesión de 38 organizaciones de la Salud, también abogó por disminuir la movilidad en la población, junto al impulso a la campaña de vacunación en marcha con inmunizadores de las farmacéuticas Sinovac, de China, y Pfizer, de Estados Unidos.
La gremial profesional puso particular énfasis en la sobrecarga de los recursos humanos del sector que afecta el diagnóstico de laboratorio como factor necesario para ‘retomar el hilo epidemiológico en el más corto plazo posible’, y advierte de alteraciones de registro de infecciones a través del sistema Nacional de Emergencia.
Una autorizada voz de alarma provino de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI) que anticipó una saturación de camas disponibles para casos graves y ya al final de la semana había un 71 por ciento de ocupación y el 41 por ciento, o sea 368 internados correspondientes a infectados por el virus SARS-CoV-2, en nivel rojo.
Ante anuncios gubernamentales de aumentar camas, la SUMI recalcó que resultan insuficientes sin medidas para reducir la movilidad social.
Para el senador comunista Óscar Andrade las medidas gubernamentales para frenar la pandemia de Covid-19 ‘llegaron tarde y con falta de diálogo social y político’.
Criticó un distanciamiento con la comunidad científica e ‘insuficiente atención económica’ durante toda la pandemia a los sectores más vulnerables para que al paralizar actividades potencialmente contagiosas reciban ingresos protectores.
El opositor Frente Amplio exigió al ejecutivo que convoque ‘urgentemente’ a un espacio de diálogo y busque las mejores soluciones para mitigar no sólo el impacto sanitario que trae esta pandemia, sino también las consecuencias socioeconómicas en toda su magnitud.
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