En el Día Mundial de la efeméride, Rodas exigió a las autoridades del ramo recuperar el principio constitucional de la salud como bien público y deploró que la crisis de la Covid-19 no fuera una oportunidad para reconstruir y transformar la atención primaria.
‘Al contrario, el sistema ha perdido su antigua capacidad, con la que contaba hace varias décadas -cuando los recursos eran menores y el desarrollo tecnológico limitado- de planificar y ejecutar eficientemente una campaña nacional de vacunación’, alertó.
En ese sentido, llamó al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (Mspas) a ‘adquirir y suministrar de forma urgente y sin subterfugios volúmenes suficientes de vacunas seguras y eficaces priorizando a los grupos de población más vulnerables.’
‘El goce de la salud es un derecho fundamental del ser humano, sin discriminación alguna, y es deber del Estado velar por la asistencia de todos los habitantes’, recordó en un comunicado Rodas, quien calificó de débil y segmentado su alcance en Guatemala.
‘Comparativamente con América Latina y el Caribe, esta nación centroamericana posee uno de los presupuestos más exiguos, y es el que, en relación con el número de población, cuenta con menos camas y recursos humanos’, destacó.
Rememoró que la pandemia de la Covid-19 puso en evidencia todas estas falencias, en particular en el campo de la administración de recursos, suministros, infraestructura y protección del personal sanitario.
A su juicio, el sistema requiere más trabajadores, financiamiento, información, suministros, transportes y comunicaciones, así como orientación y dirección.
Pese a que el Gobierno de Alejandro Giammattei construyó varios hospitales temporales para la atención de pacientes con la Covid-19, la entrada de la pandemia colapsó muy rápido la precaria infraestructura que sucesivas administraciones dejaron en el abandono.
La víspera, autoridades del Mspas confirmaron el desborde de cuatro hospitales dedicados a tratar la enfermedad con ocupación de camas por encima del 100 por ciento y otros tres hasta con 400 por ciento en medio de una implacable tercera ola de coronavirus.
En pleno primer pico epidémico (julio 2020), el viceministro de Hospitales Francisco Coma reveló que contaban con 0,4 médicos por cada 100 mil habitantes y una distribución desigual.
El 73 por ciento de todos los doctores registrados y colegiados se concentran en el departamento de Guatemala, mientras hay uno por cada 11 mil 489 habitantes en el interior de la república, una problemática agravada en zonas rurales y con población indígena.
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