El partido del presidente Moon Jae-in perdió por grandes márgenes tanto en esta capital como en la segunda ciudad más grande del país, Busan, ante el conservador Partido del Poder Popular (PPP).
Según especialistas citados por la prensa nacional, la amplia victoria opositora representa un referente importante para la carrera presidencial del próximo año.
En Seúl, el candidato del PPP, Oh Se-hoon, ganó el 57,5 por ciento de los votos, para regresar al cargo que ocupó entre 2006 y 2011, mientras que su competidora, Park Young-sun, se quedó con el 39,2 por ciento.
Mientras, en Busan, el conservador Park Heong-joon se impuso con el 62,7 por ciento de los sufragios, contra el 34,4 del liberal Kim Young-choon.
El partido gobernante había ganado las cuatro elecciones principales desde 2016, incluida una victoria aplastante en las parlamentarias en abril pasado, pero el apoyo a Moon y su partido se ha erosionado constantemente desde entonces.
Durante el año pasado, el elogio inicial por el manejo de Moon de la pandemia dio paso a crecientes problemas económicos, especialmente al alza de los precios de la vivienda.
La exasperación del público se vio agravada por un escándalo de especulación de tierras que involucró a una agencia de desarrollo de viviendas del gobierno que estalló solo un mes antes de las elecciones parciales.
Moon declaró que acepta el resultado como un reproche a su gestión, y prometió abordar cuestiones críticas como la recuperación económica y la erradicación de la corrupción inmobiliaria.
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