Tal decisión fue anunciada en una carta de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, siglas en inglés) al Colegio de Obstetras y Ginecólogos, una de varias asociaciones profesionales que demandan las restricciones impuestas durante el gobierno del expresidente Donald Trump (2017-2021).
Según la doctora Janet Woodcock, directora en funciones de dicha agencia federal, una revisión de estudios recientes no parece mostrar un aumento significativo de los riesgos cuando una mujer toma la píldora abortiva sin acudir primero a una instalación médica.
Con la nueva política, las féminas podrán obtener una receta para adquirir el fármaco destinado a interrumpir el embarazo mediante la telemedicina y recibirlo en el correo.
Sin embargo, expuso la agencia Associated Press, activistas en contra del aborto están impulsando propuestas en estados gobernados por republicanos para dificultar el acceso a la referida píldora.
Recordó además que esa práctica con medicamentos está disponible en Estados Unidos desde 2000, cuando la FDA aprobó el uso de la mifepristona junto al bloqueador hormonal misoprostol.
Datos oficiales precisan que dos de cada cinco interrupciones de embarazos en este país se realizan actualmente con fármacos.
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