En la pieza, el Ballet Preljocaj matiza la obra original del compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski, al introducir valores como el respeto al medio ambiente y la relación del ser humano con las demás especies, encarnados en una mujer ecologista.
Para la concepción de esta entrega, el también bailarín tomó como referencia el ecosistema en el que se desarrolla la acción: el lago, así como el estado actual de los cisnes, como especies en peligro de extinción, según detallan estudios recientes.
El evento internacional, que hasta el 30 de mayo centra la vida del sector danzario y del arte en movimiento, alude en la jornada de este viernes a una Odette en enfrentamiento a Rothbart, un negociante corrupto, decidido a explotar un depósito de combustibles fósiles asentado en el lago.
Con una 36 edición devenido hálito de esperanza por la vida y la cultura, el festival evoca conflictos sociales de la modernidad desde la visión de los artistas, que en esta ocasión combina el alegato original cargado de magia, con los problemas reales en torno a la preservación de los recursos naturales.
Los Teatros del Canal reviven a ritmo de música y entre los pasos de bailarines de diferentes países, mientras en otras latitudes las salas permanecen cerradas, como medida para frenar el contagio por la Covid-19.
Según detalla la página oficial de la cita, el calendario del encuentro incluye cerca de 50 espectáculos, marcados por las diferentes expresiones de la danza: contemporánea, neoclásica, flamenco, urbana y la fusión con otras manifestaciones: teatro, performance, marionetas, hipermedia 3D, artes plásticas y música experimental.
Aunque su epicentro se concentra en Madrid, el festival abarcará durante sus dos meses de funciones, una veintena de municipios y a múltiples espacios de la ciudad, algunos no convencionales, como mercados, jardines o galerías de arte, apunta el sitio web.
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