Durante la reunión se examinó la posibilidad de fabricar la fórmula rusa dentro del territorio nacional.
Esta idea, además de atender las necesidades internas, contribuirá al plan gubernamental de convertir a Egipto en un país exportador de vacunas hacia el resto de las naciones africanas.
En tal sentido, deviene una oportunidad de inversión para Moscú, destaca un comunicado oficial.
Borisenko, por su parte, validó el interés de su país por cooperar con Egipto en el enfrentamiento al SARS-Cov-2 en el contexto de las ‘profundas e interdependientes’ relaciones bilaterales.
El diplomático ruso confirmó además que se avanza en el proceso de envío de inyecciones al gigante norafricano.
Khalid Mujahid, portavoz de la cartera de salud, señaló que la Sputnik V recibió la aprobación de la Autoridad Egipcia de Medicamentos y se aplicaría en dos dosis, con una diferencia de 21 días entre cada bulbo.
Más de 225 mil egipcios entre personal sanitario, pacientes con enfermedades crónicas, ancianos y trabajadores del turismo, ya se han inmunizado con dosis de Sinopharm y AstraZeneca.
El Cairo negoció también con Beijín un acuerdo para la producción de vacunas entre la empresa china Sinovac y la egipcia Vacsera.
Como parte del convenio se han instalado dos plantas con la capacidad de generar entre 20 o 60 millones de bulbos al año.
mem/lcp