El primer ministro italiano, Mario Draghi, al referirse al proyecto de la Superliga, afirmó que apoya con determinación las posiciones de autoridades futbolísticas italianas y europeas.
Draghi estimó que ello busca preservar las competencias nacionales, los valores de la meritocracia y la función social del deporte.
La Unión de Asociaciones de Fútbol de Europa (UEFA) respondió aquí con firmeza a la creación del nuevo certamen deportivo por parte de 12 potencias económicas del deporte en el continente.
‘Todos aquellos futbolistas que jueguen en esa competición, no lo podrán hacer con su selección, todas las confederaciones están de acuerdo con eso’, afirmó Aleksander Ceferín, presidente de la UEFA, en respuesta a la creación del torneo este domingo.
De su lado, el gobierno británico prometió impedir la participación de los seis principales equipos del fútbol inglés en la exclusiva Superliga, tras calificarla de elitista.
Haremos todo lo que podamos con las autoridades del fútbol para impedir que esto continúe de la forma propuesta, afirmó el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson.
El dirigente británico, quien la víspera escribió en Twitter que esa idea sería muy dañina para el fútbol nacional, recalcó que no es buena para los aficionados ni para el país.
Por su parte, el ejecutivo español afirmó en un comunicado que no apoya la iniciativa de una Superliga de fútbol promovida por clubes europeos por entender que fue pensada y propuesta sin contar con las organizaciones representativas de este deporte.
Asimismo, las cadenas de televisión condenaron el plan de los principales clubes europeos de formar una competencia separatista de fútbol, calificándolo como una amenaza para el futuro del fútbol que no tendrá éxito.
En la Superliga estarían los ingleses Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham Hotspur, los españoles Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, y los italianos Juventus, Milán e Inter de Milán.
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