La finalidad de esta disposición -explica el Mspas en un comunicado de prensa- es preparar los servicios tanto nacionales como temporales con el personal, insumos y equipos necesarios para la atención de la población.
Para ello, se debe activar el Centro de Operaciones de Emergencia Hospitalaria, hacer sesiones diarias de análisis de la situación y tomar decisiones oportunas, así como revisar el abastecimiento de los cuartos de insumos para desastres, entre otras acciones.
La alerta roja implica, además, identificar áreas de expansión para prever flujos masivos de pacientes, asegurar reservas de oxígeno y actualizar camas disponibles asignadas a la Covid-19, entre otros recursos necesarios para enfrentar el incremento de contagios en los últimos 15 días.
En conferencia de prensa, el lunes pasado, la ministra de Salud Amelia Flores alertó sobre la saturación de hospitales temporales y nacionales de la red pública, cuyos servicios sobrepasan el 100 por ciento de capacidad instalada y en algunos casos están al 300 por ciento como el capitalino San Juan de Dios.
Gerardo Hernández, su director, informó que atienden a 18 pacientes en estado grave, cuando normalmente antes eran siete personas en esa condición.
Solo la víspera se contabilizaron mil 651 pruebas positivas y hoy otras mil 629, lo cual eleva a 216 mil 329 el acumulado de casos desde la entrada aquí de la pandemia del coronavirus hace 13 meses.
Las cifras de esta tercera ola son superiores a las registradas en julio y agosto del pasado año, cuando el primer gran pico de la enfermedad. Igual comportamiento ocurre con los fallecidos, que llegaron a siete mil 309 en total y el promedio diario oscila entre 20 y 30 diarios en las últimas semanas.
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