Aunque el ejecutivo recurrió el martes último al Tribunal Constitucional (TC) para frenar esa reforma por considerarla violatoria de las prerrogativas presidenciales, este miércoles la comisión de Constitución de la Cámara Alta la revisó y la despachó al pleno que debe refrendarla este jueves.
El texto, centro de fuertes choques entre el legislativo y el Gobierno, que con su actitud se ganó un rechazo generalizado, requiere del voto a favor de 26 senadores, pero según trascendidos ese apoyo está garantizado incluyendo el respaldo de legisladores del oficialismo.
Más que detener el avance de la reforma constitucional, el ejecutivo solo parece haberse ganado un creciente descrédito, pues todos los partidos de oposición y numerosos políticos de la derecha consideraron que llevarlo al TC ha sido un error político garrafal de Piñera.
Es opinión generalizada que el mandatario mostró una vez más estar ajeno a la muy precaria situación que viven millones de chilenos en lo que se ha convertido en una crisis sanitaria, económica y social de enormes proporciones.
Ello se expresó en los cacerolazos a todo lo largo del país, además del levantamiento de barricadas y manifestaciones en numerosas localidades a partir de la noche del martes.
También en rechazo a la decisión gubernamental, la Unión Portuaria de Chile inició un paro en importantes terminales de la nación, que recibió incluso el apoyo del Consejo Internacional de Trabajadores Portuarios (IDC por sus siglas en inglés).
Esta agrupación advirtió sobre la posibilidad de aplicar un ‘bloqueo mundial de cargas proveniente de Chile’ como muestra de solidaridad con sus colegas de este país sudamericano.
En tanto, la Central Unitaria de Trabajadores, la mayor organización sindical del país, llamó a una huelga general el 30 de abril para exigir a La Moneda dar marcha atrás a su decisión de impugnar mediante el TC el proyecto legislativo.
Desde el parlamento, bancadas opositoras de centro e izquierda buscan aunar fuerzas para presentar una acusación constitucional contra el presidente Sebastián Piñera por lo que consideran una actitud negligente en la búsqueda de soluciones a la crisis.
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