Aquel día, seguidores del entonces presidente Donald Trump llevaron la violencia a la sede del poder legislativo para impedir la confirmación de Joe Biden, vencedor en las elecciones del 3 de noviembre de 2020 y actual jefe de la Casa Blanca, como mandatario del país.
Más de 400 personas fueron acusadas por el ataque, pero las pesquisas continúan y al menos otras 100 se sumarán a la lista actual, de acuerdo con documentos judiciales.
Para abogados de dicha entidad federal, esta investigación es una de las más grandes de la historia norteamericana por la cantidad de cargos y el volumen de evidencia, que incluye más de 15 mil horas de video de cámaras de vigilancia y cuerpos policiales.
Según información oficial, los acusados del ataque, que fue estimulado por un discurso de Trump y dejó cinco muertos, provienen de casi todos los estados, con Florida, Pensilvania y Texas al frente.
Datos del Programa sobre Extremismo de la capitalina Universidad George Washington precisan que aproximadamente el 90 por ciento de quienes enfrentan cargos son hombres y su edad promedio es de 40 años.
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