Dos hermanos, de 12 y 14 años de edad, perdieron la vida, mientras otro hijo de la propia familia de solo cinco años recibió heridas por las metrallas de una mina que explotó mientras jugaban en el poblado Swesah, suroccidental provincia de Quneitra, según informaron las autoridades médicas locales.
En otro incidente similar, un menor sufrió lesiones por el estallido de un artefacto plantado por terroristas en la localidad de Um Sharshuh, ubicada en el norte de la provincia central de Homs.
Los radicales colocaron bombas y minas en las calles, casas y tierras agrícolas en un intento de frenar el avance del Ejército sirio, y la explosión de esos artefactos causa decenas de víctimas mortales entre los civiles desplazados que retornan a sus hogares.
Los militares sirios, con el apoyo de Rusia y otras naciones amigas, ejecutan labores de rastreo y desminado en las zonas liberadas con el fin de asegurar el retorno a la normalidad.
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