Así lo afirmó el encargado de Negocios de Cuba en Brasil, Rolando Gómez, en una declaración publicada en varios medios de prensa en respuesta a un editorial del diario Folha de Sao Paulo que ‘calumnia a nuestro país’.
‘Si la Revolución cubana no fuera profundamente libre y democrática, no estaría en el poder, ni los cubanos habrían resistido bloqueos y agresiones durante más de 60 años, ni habrían practicado la solidaridad con el mundo, ni sabríamos apreciar la dignidad que nos mantiene vivos y la vida que se nos niega’, apunta Gómez.
Explica que ‘tenemos un sistema político que goza de una amplia participación popular, desde la aprobación de sus leyes, incluida la Constitución, hasta el disfrute de los derechos primordiales de todos los ciudadanos, sin exclusión, al trabajo, la vivienda y los servicios y derechos, como la sanidad, la educación y la seguridad’.
Según el diplomático, en la isla ‘no tenemos niños en la calle pidiendo dinero o trabajando, ni desnutrición infantil’.
Y los problemas económicos tienen como causa esencial la guerra no convencional y no declarada de Estados Unidos y sus aliados contra Cuba, ‘cuyo principal exponente es el bloqueo genocida que busca en vano entregar a nuestro pueblo al hambre y la enfermedad’, asegura.
Denuncia que tal ‘propósito quedó claro en un documento oficial del gobierno de Estados Unidos que se ha mantenido en secreto’.
En el cual, añade, la única forma previsible de atraer el apoyo interno es a ‘través del desencanto y el descontento que surgen del malestar económico y las dificultades materiales’.
Tal intención, señala Gómez, se ‘califica de genocidio en la Convención de las Naciones Unidas para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio’.
Para el encargado de Negocios, ‘este bloqueo criminal ha causado un daño inmenso a la economía cubana en 60 años, superando, a precios constantes del oro, un billón de dólares’.
Su carácter extraterritorial y la violación del derecho internacional y de la carta de las Naciones Unidas provocan la condena casi unánime de la comunidad internacional. También por su carácter injusto, abusivo y éticamente inaceptable, indica.
Remarca que los ‘indicadores de salud, educación y seguridad; nuestros logros científicos y deportivos; la felicidad de nuestros hijos; la igualdad de oportunidades para todos… Todos son logros a los que no renunciaremos, a pesar de las graves consecuencias del bloqueo y las agresiones contra nuestro proyecto revolucionario’.
ga/ocs