Sin embargo, esa instancia desestimó este martes la impugnación del ejecutivo y dejó al mandatario con muy poco margen de acción en medio del rechazo generalizado de la mayoría de la población y del mundo político, incluidos sectores del oficialismo.
Tras reunirse de urgencia con los ministros de su Comité Político en el palacio de La Moneda, el mandatario anunció la inmediata promulgación de la reforma, que permite a millones de trabajadores disponer por tercera vez de sus ahorros de pensiones para hacer frente a las penurias causadas por la crisis sanitaria y económica.
También retiró un proyecto alternativo presentado por él el domingo para un tercer retiro de fondos de pensiones y que acababa de ingresar a la Cámara de Diputados.
En su lugar entregará a discusión parlamentaria un nuevo proyecto que incluya temas que aparecía en su propuesta y no en la que finalmente fue aprobada.
Estos comprenden un bono de 200 mil pesos chilenos (unos 289 dólares) para alrededor de tres millones de trabajadores que carecen de saldo en sus cuentas de ahorros de pensiones, un mecanismo para la recuperación de esos fondos, y la aplicación de un impuesto al 10 por ciento de los cotizantes con mayores ingresos.
El mandatario, que hizo todo por impedir que el 10 por ciento de los fondos de pensiones estuviera accesible para la población, señaló ahora que el Ejecutivo ‘hará todo lo posible para que estos recursos lleguen a las personas a partir de la próxima semana’.
Piñera cerró su alocución llamando ‘a todos los que tenemos responsabilidades y liderazgos políticos’, a actuar con buena voluntad, capacidad de diálogo y acuerdos amplios y ‘juntos construir un mejor futuro para todos’.
Analistas consideraron de inmediato que precisamente, esa falta de diálogo y la negación a escuchar a los más amplios sectores, tanto de la oposición como dentro de sus propias filas, en gran medida llevó al gobierno a la derrota política sufrida.
Incluso, el fallo del Tribunal Constitucional –señalan- fue resultado de una política errática y de no valorar en su justa dimensión los efectos que podría tener el haber enviado al TC un proyecto aprobado con más de dos tercios en el Congreso Nacional.
Además de ser criticado en su momento por casi todos los partidos políticos, incluido al oficialismo, el requerimiento presentado por Piñera al TC generó una ola de protestas en el país con cacerolazos, barricadas en las calles e incluso la convocatoria a una huelga general para este viernes.
Por la misma causa, el respaldo de la población a la gestión del mandatario es hoy solo de nueve por ciento, el nivel más bajo de todo su mandato, según reveló el lunes la encuesta semanal Plaza Pública, cercana al oficialismo.
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