Un país que no produce no es un país independiente, dijo el mandatario durante su recorrido por las fábricas de la ciudad industrial de Hassieh, ubicada a 160 kilómetros al norte de esta capital.
El jefe de Estado se reunió con empresarios y trabajadores de las instalaciones y plantas que se construyeron en circunstancias difíciles durante la guerra en Siria y tuvieron un papel en el apoyo a la economía nacional y asegurar parte importante de las necesidades del mercado sirio.
El trabajo en condiciones de guerra es honor, moral y forma de defensa de la patria, aseguró.
También señaló que incrementar la producción es el objetivo más importante para el avance de la economía y la inversión de las capacidades humanas y técnicas disponibles.
Siria enfrenta desde marzo del 2011 una guerra multifacética por parte de Estados Unidos y sus aliados en la región y el mundo. Esa embestida pasó en los últimos dos años al campo económico mediante la imposición de sanciones y bloqueo al que el Gobierno de esta nación respondió con aumentar la producción y lograr la autodependencia.
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