Según los especialistas, el filme es uno de los mejores del año 2020 y constituye un western atípico ambientado en la década de 1820, sobre dos hombres que huyen de una vengativa banda de cazadores y sueñan con la riqueza.
Prevista para su estreno generalizado en las salas de cine el venidero 21 de mayo, la proyección de la cinta norteamericana marca la apertura de ocho días de festival que incluyen doce exhibiciones audiovisuales, actividades al aire libre y una segunda parte en noviembre.
La clausura de esta primera etapa será el 13 de mayo en el Cine Embajadores y con la puesta del documental Un Blues para Teherán, acerca de la cultura musical iraní; y el primer largometraje del español Javier Tolentino, director del programa radiofónico El séptimo vicio de Radio 3.
Ese evento trajo a la nación ibérica en ediciones anteriores a figuras internacionales como David Lynch y Laurie Anderson y, este año, sesionará desde cinco sedes principales: Cinemateca Madrid, Filmoteca Española, Cines Renoir, Sala Equis y Cines Embajadores.
Con el lema En la vida real, la cita resulta una reflexión, desde la pantalla grande, sobre la imperiosa necesidad de celebrar lo que nos hace más humanos y el deseo de vivir con los cinco sentidos.
Otras propuestas foráneas son el último trabajo del realizador Rob Roth, un cortometraje de animación e imágenes en Super-8, formato cinematográfico que utiliza película de ocho molímetros de ancho— grabado durante un concierto de la banda estadounidense Blondie en La Habana, Cuba.
También, comprende títulos reconocidos el año último por el jurado del premio Rizoma como Videoblues, de Enma Tussell —imágenes tomadas con una cámara doméstica a finales de las décadas de 1980 y 1990— Quiero hacer una película, de Yimit Ramírez y Violeta no coge el ascensor, de Mamen Díaz.
El espacio cultural incluye además una caminata por la ciudad como herramienta creativa y apuesta por la ruptura de conceptos como perímetro y aislamiento, impuestos por la pandemia de Covid-19.
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