Sería el segundo año consecutivo sin foráneos en los recintos sagrados islámicos de La Meca y Medina en cumplimiento de una de las ordenanzas del Corán que obliga por una vez en la vida visitar esos sitios.
Todavía no se adoptó una decisión final, según reportes difundidos en esta capital.
Antes de la pandemia, unos 2,5 millones de visitantes cumplían con el hajj que se fija para una semana específica, y unos 10 millones en el umrah, una peregrinación extendida a todo el año.
Las autoridades sauditas aspiraban a aumentar cada temporada el número de peregrinos como parte de medidas para salir de la dependencia petrolífera dentro de un plan llamado Visión 2030.
El proyecto inicial con el hajj de este año contemplaba permiso para un número fijo de extranjeros, pero la confusión sobre los tipos de vacunas, su eficacia y aparición de nuevas variantes hizo revertir esa idea.
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