Durante toda la tarde la visibilidad se redujo considerablemente en la ciudad y la contaminación se agravó con el nivel de las peligrosísimas partículas PM10 hasta en 10 microgramos por metro cúbico.
El gobierno emitió la alerta amarilla (la tercera de mayor importancia) porque la mala calidad de aire se extenderá hasta la noche.
Según los pronósticos, las lluvias de un frente frío disiparán el fenómeno en las próximas horas.
Aparte de Beijing, una decena de territorios del norte de China desde ayer están en alerta por la llegada de las tormentas de arena y los más afectados son Mongolia Interior y Gansu.
La parte septentrional del país sufre desde mediados de marzo el embate de dichos sistemas y el consecuente empeoramiento de la contaminación ambiental hasta índices de alto peligro para la salud.
La semana pasada Gui Hailin, jefe de pronósticos del servicio meteorológico nacional, indicó que los vientos mueven la arena desde las zonas áridas de Asia central hasta China y es posible la persistencia de esas condiciones hasta el verano.
Citó la combinación de altas temperaturas y pocas lluvias en febrero pasado como los factores detrás del incremento de dichos eventos este año.
Según datos oficiales, abril de 2021 fue el mes con el mayor registro de esos sistemas en las últimas dos décadas en China.
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