La detonación ocurrió el viernes cuando el vehículo líder de un convoy castrense regresaba a la base después de cumplir una misión de traslado de suministros, afirmó un oficial de policía en la capital regional, Mopti, y quien se acogió al anonimato por razones de seguridad.
Según un comunicado de las Fuerzas Armadas el suceso causó heridas a otros seis soldados, quienes fueron trasladados a la norteña localidad de Gao con la ayuda de efectivos de la operación francesa Barkhane, desplegada en la región africana del Sahel.
El Estado Mayor del Ejército envió sus condolencias a los familiares de las víctimas del atentado.
Este país lucha contra la insurgencia yihadista desde 2012, cuando los combatientes integristas suplantaron a los participantes de una rebelión de separatistas de la norteña comunidad tuareg.
En los últimos meses Malí sufrió un número significativo de ataques terroristas perpetrados tanto por grupos afines a Al Qaeda como por el Estado Islámico, lo cual incentivó la violencia entre comunidades y causó el desplazamiento de decenas de miles de ciudadanos.
Conforme con criterios de observadores de la realidad sociopolítica saheliana, el mosaico étnico del centro de Malí es uno de los campos de batalla más sangriento, donde los ataques yihadistas y los asesinatos comunales son frecuentes.
Sobresale que los combatientes extremistas de distorsionada confesión islámica permanecen activos en el área de Hombori.
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