La Tercera Secretaria de la delegación de la mayor de las Antillas ante la Organización de Naciones Unidas en esta capital demandó la cooperación internacional y asistencia a los Estados que lo soliciten, de acuerdo con sus necesidades.
Durante una intervención ante el Grupo de Trabajo de Armas de Fuego, Redondo destacó que su país cumple los compromisos como Estado Parte de la Convención de la ONU contra el Crimen Transnacional Organizado, y de su Protocolo anexo sobre Armas de Fuego, al cual se adhirió febrero de 2007.
Cuba no fabrica ni exporta armamento, afirmó la diplomática quien declaró que en su país existen rigurosos y efectivos mecanismos de control, y el pueblo posee amplio conocimiento de los peligros que entraña ese tráfico ilícito.
Existen normas y procedimientos en relación con la gestión y la seguridad de las armas pequeñas y ligeras, acotó la diplomática, quien destacó la existencia de sanciones en caso de robo o pérdida.
Por último transmitió la preocupación de su país con respecto al Tratado sobre Comercio de Armas que ‘confiere privilegios a los Estados exportadores, en detrimento de los intereses legítimos de defensa y seguridad del resto de las naciones’.
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