Cada año en ocasión del Día de Todos los Santos (1 de noviembre), sus obras de arte cobran vida en el Festival que para la ocasión exhibe el trabajo de los distintos colectivos y evalúa creatividad y vuelo.
A causa de la pandemia de la Covid-19, la fiesta de Sumpango (departamento de Sacatepéquez) fue muy limitada en 2020; sin embargo, hasta el 4 de junio habrá la oportunidad de conectarse con ‘Tz’unun, mensajero del tiempo’, el nombre elegido para esta muestra en función de honrar la cosmovisión maya que otorga al colibrí tan importante papel.
En algunos casos, los cometas de hasta cinco metros y brillantes colores de papel de China rinden homenaje a quienes dejaron la tierra víctimas de la terrible enfermedad que azota al mundo, pero también sobresalen barriletes dedicados a mujeres como Concepción Martínez, la indígena cuyo rostro aparece en la moneda de 25 centavos de quetzal.
Su diseño estuvo a cargo del colectivo Jade y con el pretenden concientizar a las personas sobre el esfuerzo que representa ganarse un salario digno, según contó Oliver Asturias en la inauguración.
Las mujeres -a pesar del machismo en este tipo de actividad- llegaron a esta exposición de la mano del grupo Orquídea, conformado por 18 integrantes y con 21 años de experiencia en el Festival de Barriletes.
A juicio de María Sara Xicón, su presidenta, han logrado posicionarse en un trabajo considerado a veces propio de los hombres y cada día suman más.
Acompañan la exhibición de barriletes de Sumpango una colección fotográfica de la organización Identidad GT, la cual resume el Festival del pasado año bajo estrictos protocolos sanitarios por la Covid-19.
Por su valor simbólico y espiritual, el Festival de Barriletes de Sumpango alcanzó en 1999 el rango de Patrimonio Cultural de la Nación con el fin de preservar un arte fruto del ingenio popular.
Originalidad es la principal carta de presentación de estas producciones que anualmente muestran los lugareños con gran movilización de turismo nacional e internacional en un solo día.
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