Tal declive podría ocurrir por la falta de productos básicos para solventar las necesidades de una población bajo el asedio militar israeli y el impacto que causa la exorbitante subida de precios de los víveres.
‘Para las personas que perdieron sus casas o las abandonaron, una de las necesidades más acuciantes es la comida’, explicó en un comunicado el responsable del PMA para Palestina, Samer Abdeljaber, y añadió que muchos ciudadanos huyeron con lo puesto y esperan junto a familiares y amigos el cese la violencia desatada por Tel Aviv.
La agencia de Naciones Unidas recurrió en un primer momento a la ayuda en efectivo, considerada la forma más rápida y eficaz de ofrecer apoyo, comenzó a repartir tarjetas que los beneficiarios pueden usar en las tiendas aún abiertas y donde, por el momento hay alimentos, añadió Abdeljaber.
El PMA colabora en las evaluaciones técnicas de la situación humanitaria y su responsable para Oriente Medio, Corinne Fleischer, recordó que ‘los habitantes de Gaza ya viven al límite y muchas familias apenas pueden llevar comida a la mesa’. Su situación ‘se deterioró más por las restricciones de la pandemia de Covid-19’.
Ese territorio palestino vive bajo un bloqueo israelí desde el año 2007, con un trasiego limitado de productos y bienes por determinados pasos, los ataques allí amenazan con hacer declinar la situación en ese territorio habitado por alrededor de dos millones de personas.
Más de dos tercios de la población de la Franja de Gaza sufre inseguridad alimentaria y más de la mitad se ubica por debajo del umbral de pobreza, muchos de sus ciudadanos sufren desempleo –según ONU el 45 por ciento de la población-, lo cual junto con la agresión armada constituyen causas principales de la penosa situación económica y humanitaria imperante.
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