Este es un paso importante para la concreción de un proyecto surgido y aprobado en este país del cuerno de África hace menos de un año y cuatro meses, y que busca la cooperación intelectual, técnica y financiera y de solidaridad entre sus Estados partes y asociados.
Un documento enviado a Prensa Latina de la Oficina del Secretario General electo de la OEC, Manssour Bin Mussallam, significó que la entrada en vigor de la carta cierra el período oficial preparatorio de la organización y da paso al comienzo de su fase ejecutiva.
Asimismo, demuestra el ‘compromiso inquebrantable’ de las naciones adheridas con los valores enunciados y los principios proclamados en la Declaración Universal de Educación Equilibrada e Inclusiva, que quedaron ratificados en el III Forum BIE 2030, celebrado en Djibouti en enero de 2020.
Al referirse a este nuevo paso, Bin Mussallam comentó que la Organización de Cooperación Educativa se fundó cuando el mundo aún no se había dado cuenta de la magnitud del brote de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
Sin embargo, señaló, la misión y principios sobre los cuales quedaron establecidos ‘nunca han sido más pertinentes ni tan urgentes de realizar que con el advenimiento de esta pandemia’.
La crisis multidimensional desatada por la mortal enfermedad alteró ‘profunda e irrevocablemente nuestra comprensión del mundo y los sistemas que hemos heredado’, lo cual brinda la oportunidad de ‘ver emerger un nuevo y mejor mañana’, expresó.
Según el documento, el espíritu de verdadera solidaridad internacional ‘se ha vuelto aún más vital para nuestro bienestar colectivo’.
La fuente indicó que Bin Mussallam entrará ahora en consulta con los Estados miembros de la organización para convocar, a la mayor brevedad, la primera Asamblea General de la OEC, a fin de adoptar el marco estratégico, el Programa y Presupuesto, así como otras propuestas preparadas por el Comité Preparatorio.
La Organización para la Cooperación Educativa surgió el 29 de enero de 2020 y la integran países de África, Asia, América Latina, Oriente Medio e Islas del Pacífico, así como organizaciones de la sociedad civil y académicas de todo el sur global.
Entre sus propósitos está contribuir a la transformación social equitativa, justa y próspera de las sociedades mediante la promoción de una educación equilibrada e inclusiva, para lograr los derechos fundamentales a la libertad, justicia, dignidad, sostenibilidad, cohesión social y seguridad material e inmaterial para los pueblos del mundo.
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