Durante la Nakba (catástrofe) más de 700 mil palestinos fueron expulsados de sus tierras, sin derecho al retorno, para establecer en ellas el Estado de Israel.
‘Solo la recuperación de la patria robada sanará el dolor. Por eso, tras de 73 años de destierro, masacres, cuatro contiendas bélicas e innumerables enfrentamientos, la resistencia continúa y los palestinos la convierten en razón de vida de generación en generación’ declaró Danys a Prensa Latina.
‘Para ellos no se trata de naturalizar la violencia o resignarse a vivir bajo amenazas constantes, sino de dignidad, por la cual todo el pueblo está dispuesto a pagar un alto precio’, precisó.
La pérdida de tantas vidas humanas por los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, o a cargo de francotiradores en los puntos fronterizos de la Ribera Occidental ha enlutado muchos hogares. Incluso la entrevistada llora el reciente asesinato de un sobrino de su esposo y de amigos cercanos.
En estos momentos no hay ofensivas aéreas en Cisjordania, donde ella reside, relató.
‘Aquí el ejército israelí ataca a los manifestantes en las entradas y salidas de los pueblos. También los colonos de los asentamientos ilegales cortan el tránsito de las carreteras y disparan indiscriminadamente contra los vehículos con placas palestinas, pero en Gaza, las imágenes hablan por sí solas’, acotó.
Luego de casi tres décadas en Palestina, esta ingeniera graduada en la Universidad Tecnológica de La Habana ‘José Antonio Echeverría’ (CUJAE), comprendió que para los palestinos lo más importante es la familia y las amistades.
Aunque la causa es justa, todos comparten la angustia de ver a sus seres queridos envueltos en el peligro de una forma u otra.
El mayor de los tres hijos de Danys es médico. Su nombre es Abdel y encara en primera línea los horrores de la guerra, pues atiende a los heridos en un hospital de campaña situado en el lugar de los enfrentamientos.
Otra hija, Mosi, cirujana pediátrica, asume en un salón de operaciones de Hebrón, mientras su hermano Omar dona sangre como otros muchos jóvenes.
El problema es la colonización, responde la cubana a la pregunta ¿qué piensan los palestinos sobre los israelíes? ‘La propaganda sionista ha tratado de vender el conflicto como rivalidad religiosa pero no hay nada más alejado de la verdad. Hablamos de un país que ha ocupado a otro por la fuerza, primero con el respaldo del imperio británico y ahora de los Estados Unidos’.
‘Los musulmanes siempre han vivido en paz con otras confesiones. Cuando los judíos eran perseguidos en Europa encontraron refugio en estos países. En Nablus hay una comunidad judía llamada Los Samaritanos ejemplo de armonía y coexistencia pacífica’.
Danys ha vivido también en Túnez, Jordania e Irak. Ha asumido el idioma árabe y sus costumbres. Según describe, los palestinos son muy hospitalarios con los extranjeros y ella se siente miembro de la comunidad.
Desde el inicio de la masacre comparte activamente sus impresiones en las redes sociales, con cifras, artículos de prensa, historias de vida y experiencias presenciales.
‘Ese ejército asesino cree que sus acciones implantarán el miedo en el corazón de los jóvenes y no saben que así renuevan la furia y el deseo de acabar con la colonización’, versa uno de los últimos mensajes en su cuenta de Facebook.
Cada día, esta mujer, cubana y palestina, ruega a Dios para que ‘los poderosos se impliquen’ y las personas con ‘una pizca de humanidad’ fuercen a sus políticos a actuar contra el genocidio.
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