El texto fue aprobado tras su primera lectura por 221 votos a favor y 102 en contra, gracias a la mayoría del partido conservador Los Republicanos (LR) y los grupos gubernamental (República en Marcha), Unión Centrista e Independientes.
Opuestos al contenido de la ley se presentaron los senadores socialistas y los integrantes del grupo CRCE, de mayoría comunista, mientras que los ecologistas se abstuvieron.
Como era de prever las mayores críticas contra el proyecto recayeron sobre el pase sanitario, una herramienta ideada por el gobierno para supeditar el acceso a las grandes concentraciones de público o a determinados lugares, a la presentación de un resultado negativo del Covid-19 o un certificado de vacunación.
El CRCE se opuso categóricamente al pase sanitario, al considerar que establecía la ‘sociedad de la vigilancia generalizada’, afirmación ratificada por algunos senadores independientes, mientras que para el grupo socialista el desarrollo del proyecto de ley era insuficiente, de acuerdo a la importancia de la medida.
Por otra parte las enmiendas introducidas por la mayoría de la Cámara modificaron sustancialmente el calendario propuesto por el ejecutivo, y aprobado en la Asamblea Nacional (Parlamento), de cara a la transición del estado de emergencia sanitaria a la restitución de todas las libertades y derechos.
Por tal motivo los diputados de ambas instituciones deberán acordar mañana jueves un texto común, y en caso de no lograrlo la Asamblea Nacional tendrá la última palabra.
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