Al menos 30 indocumentados lograron acceder a esa localidad autónoma española, todos marroquíes y mayores de edad, según las autoridades.
Se desconoce aún su localización pero continúan las pesquisas para su captura y posterior devolución, declaró el ministro del Interior de este país, Fernando Grande-Marlaska, a la cadena radial COPE.
La víspera la tensión entre España y Marruecos se elevó tras el progresivo arribo de más de ocho mil migrantes a la región autónoma de Ceuta, lo que provocó críticas de la ministra de Defensa del país ibérico.
De ‘agresión’ y ‘chantaje’ calificó la jefa de esa cartera, Margarita Robles, la postura del gobierno marroquí que, según sus palabras ‘pone en juego las vidas de menores dejándoles vía libre para acceder a nado a Ceuta’.
Junto a Melilla, ese enclave norteafricano constituye la única frontera terrestre entre la Unión Europea (UE) y África, por lo que Robles calificó el éxodo no solo de una agresión a los límites españoles sino a los del bloque comunitario.
Días atrás el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, subrayó la ‘dimensión’ de los incidentes que trascienden las fronteras exteriores del bloque comunitario, mientras la presidenta del Ejecutivo europeo, Ursula von der Leyen, manifestó su respaldo a España.
En tanto el presidente del Gobierno del país ibérico, Pedro Sánchez, calificó de ‘gran conflicto para Europa’ el creciente arribo de migrantes a territorios autónomos españoles.
La embajadora de Marruecos aquí, Karima Benyaich, aseguró que ‘en las relaciones entre países hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir’, con referencia a la decisión de Madrid de prestar atención médica a Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, movimiento de liberación nacional del Sahara Occidental.
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