Las autoridades polacas decidieron recientemente extender las labores en la citada mina hasta 2044, pese a las denuncias de Praga de la contaminación producida por ese yacimiento, situado en la frontera común de ambos estados europeos.
De su lado, el ministro checo de Medio Ambiente, Richard Brabec, saludó la decisión del mencionado tribunal, aunque la disputa en torno a la mina aún no está sellada, señaló Radio Praga Internacional.
En 2020 se registraron protestas de ciudadanos alemanes, checos e incluso polacos en contra de la ampliación del yacimiento de Turow.
Unidos bajo la divisa de ‘Sed de Justicia’, los manifestantes demandaron poner fin a la actividad de la mina, que, denunciaron, causa altos niveles de contaminación acústica y por partículas de polvo en esa zona.
Polonia genera el 80 por ciento de su energía a partir de materiales fósiles como la hulla y el lignito, por lo cual, después de extender el uso de la mina por seis años, lo hizo más tarde hasta el 2044.
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