La publicación cita informes aparecidos esta semana en la revista estadounidense Newsweek, según la cual las revelaciones ridiculizan las acusaciones contra Rusia.
Precisa que junto con el ciberejército del Pentágono, todo el ámbito de las acusaciones occidentales contra Rusia por presuntos ataques contra objetivos estadounidenses son una burla de su propia proyección de culpabilidad.
Llama la atención que el informe de la revista fue ampliamente ignorado por otros medios de comunicación corporativos estadounidenses y según strategic-culture.org, su detalle granular y las múltiples entrevistas con el personal implicado dan ciertamente credibilidad a la información, lo que merece una mayor investigación.
El reporte de Newsweek plantea la existencia de un ‘ciberejército secreto’ dentro de las fuerzas armadas regulares de Estados Unidos que cuenta con 60 mil personas y un presupuesto operativo de 900 millones de dólares al año
También es, a primera vista, como señala Newsweek, una violación de la Convención de Ginebra que regula la conducta abierta de los militares convencionales, puntualiza el sitio en internet.
Hay muchas razones para creer que las ‘fuerzas especiales’ cibernéticas trabajan conjuntamente con la inteligencia militar estadounidense, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Seguridad Nacional, sostuvo el sitio.
‘La explosión de la guerra cibernética del Pentágono, además, ha dado lugar a miles de espías que llevan a cabo su trabajo cotidiano con varios personajes inventados, el mismo tipo de operaciones nefastas que Estados Unidos denuncia cuando [supuestamente] los espías rusos y chinos hacen lo mismo’, indicó Newsweek.
Resulta revelador la enorme escalada de la ciberguerra del Pentágono y convierten en un absurdo las implacables acusaciones de Washington contra Rusia de conducta cibernética maligna, asevera.
Acusaciones similares son hechas por los estadounidenses contra China, Irán y otras naciones. La realidad es, sin embargo, que el Pentágono construyó la mayor fuerza encubierta ilegal del mundo, subrayó la revista.
Según la publicación, la CIA desarrolló técnicas para incriminar falsamente a otros con sus ciberdelitos, mientras agencias de espionaje de Gran Bretaña y de otras naciones aliadas de los Cinco Ojos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, ayudan a los estadounidenses en sus esfuerzos ilegales a nivel mundial.
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