Ocurrido poco antes de la medianoche en un túnel de la línea Kelana Jaya, el accidente involucró a un tren de manejo automático donde iban decenas de pasajeros, y otro, vacío, de conducción manual.
Según explicó un comisario de la policía, el centro de control desde donde se operan los trenes autónomos no pudo detectar la llegada del otro tren por un problema de comunicación.
El primer ministro Muhyiddin Yassin ordenó investigar el accidente y tomar medidas severas contra los responsables.
De los 213 heridos, casi la cuarta parte recibió lesiones de consideración, pero hasta el último parte médico, ninguno corría peligro de muerte.
La empresa encargada de operar el metro, Prasarana Malaysia, anunció que en el tramo donde se produjo la colisión solo funcionará una vía durante los tres programados días de limpieza y reparación, y que la transportación de pasajeros se reforzará con autobuses.
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