‘La economía francesa está arrancando de nuevo rápidamente, está arrancando de nuevo con fuerza’, aseguró el responsable de las cuentas públicas, y añadió que es Estado ya gastó más de un tercio de la partida presupuestaria destinada a dinamizar la actividad de 100 mil millones de euros.
A pesar de afirmar que ‘la crisis ha quedado atrás’, quiso ser cauto al mantener una previsión de crecimiento del cinco por ciento del PIB para este año, manteniendo la incógnita de un posible aumento en función de los resultados de la campaña de vacunación cuando llegue el otoño.
Al mismo tiempo reconoció que la proyección del déficit público para 2021 podría superar el nueve por ciento del PIB, a pesar de que la anterior valoración del gobierno fijaba ese umbral como máximo.
Estas cifras macroeconómicas serán incluidas en el proyecto de ley de finanzas rectificativas (PLFR) que se presentará al Consejo de Ministros previsto para el 2 de junio, y que incluirá 15 mil millones de euros de medidas de emergencia adicionales para hacer frente a las consecuencias económicas de la crisis sanitaria, dijo Le Maire.
‘A finales de agosto haremos una valoración definitiva de la situación del mundo económico y veremos cuáles son las últimas ayudas que habrá que mantener’, aclaró.
Las previsiones de crecimiento del ejecutivo son sin embargo algo inferiores a las consideradas por instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y también del Banco de Francia, cuyas estimaciones oscilan entre el 5,5 y el 5,9 por ciento.
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