Japón marcó este sitio como parte de su territorio en un mapa, publicado en la página de Internet de las olimpiadas, que muestra la ruta del relevo de la antorcha, como su última reclamación territorial sobre los citados cayos, informó este viernes la agencia Yonhap.
La medida ha suscitado crecientes llamamientos para su rectificación y preocupaciones de que la inclusión de las pequeñas islas pudiera socavar el espíritu olímpico de paz, libre de políticas.
Chung dijo a los miembros del Comité de Asuntos Exteriores en la Asamblea Nacional que no tolerarán las acciones erróneas de Japón relacionadas con Dokdo, y agregó que el Gobierno abordará el asunto de la manera más enérgica posible.
Estos islotes, ubicados al este de la península coreana, han sido durante mucho tiempo una fuente recurrente de tensión entre los dos países vecinos, dado que Tokio continúa realizando reclamaciones territoriales sobre los mismos en sus documentos de política, comunicados públicos y textos escolares.
Corea del Sur mantiene el control efectivo de estas islitas, desde su liberación del dominio colonial japonés en 1945, con un pequeño destacamento de policías.
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