En su página oficial, el mecanismo de concertación de fuerzas progresistas de América Latina y el Caribe asegura que la iniciativa No al bloqueo, Si a la Solidaridad- Nuestra América por la Vida denuncia el carácter extraterritorial y la violación del derecho internacional del cerco de Washington.
Medida, advierte, que constituye ‘el principal obstáculo al desarrollo económico y social de Cuba, y la más flagrante y masiva violación de los derechos humanos de los pueblos de Nuestra América’.
Para el foro, el mundo experimenta el impacto de la crisis multidimensional, agravada por la pandemia de la Covid-19 y las políticas neoliberales, que sitúan al mercado por encima de la vida del ser humano, en lugar de que prevalezcan la cooperación y la solidaridad.
Durante la calamidad sanitaria por el virus, en lugar de suspender las disposiciones unilaterales contra Cuba, ‘lo que presenciamos es el agravamiento de estas medidas, lo cual afecta directamente a la capacidad de los países para contener la pandemia’, indica la organización creada a partir de 1990.
Este bloqueo, apunta, ‘en esta época de Covid-19 no solo es un crimen de guerra bajo los parámetros de la Convención de Ginebra (1949); según la definición de la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas, es también un crimen contra la humanidad’.
A diferencia del cerco económico, comercial y financiero de Estados Unidos, ‘lo que Cuba ofrece a la humanidad es solidaridad y cooperación. Su brigada médica solidaria ofrece servicios médicos en más de 40 países y la isla también está produciendo las primeras vacunas candidatas en América Latina y el Caribe’, recuerda.
Insiste en que el bloqueo afecta directamente a la vida de las personas en América Latina y el Caribe, y su empeoramiento durante la pandemia resulta muy preocupante.
‘La clave para superar este difícil momento es la cooperación y la solidaridad’, remarca el foro.
El 23 de junio la isla caribeña presentará ante las Naciones Unidas el informe ‘Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba’.
‘Confiamos en el respaldo de la comunidad internacional para el cese de esta política inhumana y violatoria de la Carta de la ONU’, afirmó recientemente el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, para advertir que esa acción injerencista causó a Cuba una pérdida de cinco mil 570 millones de dólares en solo un año.
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