El presidente de la nación caribeña, Miguel Díaz-Canel, señaló recientemente que los niños son lo más preciado que existe y aseguró que el sistema de Salud está completamente en función del cuidado de la población pediátrica ante el azote de la pandemia.
El mandatario exhortó a las familias a brindarles una mayor protección mediante el cumplimiento de las medidas sanitarias, para evitar que continúen creciendo las cifras de contagios, particularmente en las etapas más precoces de la vida.
Díaz-Canel hizo referencia a estos temas durante una reunión con científicos nacionales, quienes dan riguroso seguimiento a los infantes convalecientes de Covid-19, para el estudio y tratamiento de las secuelas, tanto físicas como sicológicas.
En varias ocasiones el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha sostenido que el Gobierno de su país está comprometido con los derechos de la infancia, su bienestar y pleno desarrollo.
La protección de la niñez en la isla antillana es una tarea de primer orden, que se revela en la prioridad que se le concede a los programas relacionados con este grupo poblacional.
Ejemplo de ello es que a pesar de las afectaciones impuestas por el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, no se escatiman recursos para los servicios de salud y educación.
En este sentido destacan resultados como la tasa de mortalidad infantil, que al cierre de 2020 fue de 4,9 por cada mil nacidos vivos, lo que sitúa a la nación caribeña entre los Estados que mejores indicadores tienen en ese acápite.
A ello se añade que el Programa Nacional de Inmunización garantiza una cobertura de vacunación de casi el ciento por ciento, incluidas vacunas contra 13 enfermedades, entre las que figuran seis que permanecen erradicadas.
En materia educacional resalta que más del 99 por ciento de los menores de seis años están incorporados al sistema cubano de enseñanza, que goza de prestigio a nivel internacional.
Cuba es signataria de la Convención sobre los Derechos del Niño y su Constitución establece el interés superior de los menores en las decisiones y actos que les conciernan; así como los resguarda contra todo tipo de violencia.
jha/kmg