Organizada la víspera por la Fundación Fidel Castro, con sede en esta capital, la mesa redonda online abordó también la recuperación de la soberanía nacional por Nicaragua, los ataques contra su gobierno constitucional, y acerca de las relaciones bilaterales.
Para el experto ruso en geopolítica, Aleksander Duguin, Nicaragua no es un país lejano ‘porque siempre sentimos solidaridad e hermandad con pueblos heroicos latinoamericanos en su lucha contra la hegemonía del imperialismo neoliberal’.
Alertó que para Estados Unidos y su política, rusos, latinoamericanos, iraníes y ciudadanos de otros países árabes ‘somos gente de segunda categoría’, dijo.
Duguin advirtió que Washington está desarrollando una política de puro racismo biológico, cultural, económico y tecnológico, en la que ciudadanos de Rusia, Nicaragua, China, Cuba, Irán, entre otros, son víctimas de una ideología pervertida.
Subrayó que Estados Unidos usa la misma estrategia a nivel internacional fomentando la desestabilización interna en los países para establecer su hegemonía.
Como ejemplo citó los casos del apoyo occidental a los opositores Svetlana Tijanovskaya, en Belarús; Alexei Navalny, en Rusia; y Juan Guaidó, en Venezuela.
Ante tales peligros, ‘tenemos que desarrollar la cooperación con todos los países de América Latina’, indicó.
Sobre el tema, el uruguayo José Capelán, periodista de medios nicaragüenses, comentó que después de 45 años de lucha el pueblo de esa nación centroamericana rompió con el modelo de democracia que Estados Unidos había impuesto en el país.
Recordó que Nicaragua era una semicolonia estadounidense que disponía de una fuerza represiva destinada a frenar los intentos libertarios de su pueblo.
Destacó que la solidaridad y la ayuda humanitaria y militar de la Unión Soviética y de Cuba desempeñaron un papel trascendental en la lucha de Nicaragua por su independencia.
Capelán aclaró que la nación es pobre, pero gracias al trabajo del actual gobierno y a la política de desarrollo socioeconómico del Frente Sandinista de Liberación Nacional cuenta con indicadores que son referencia en América Latina en diferentes ámbitos.
Señaló que entienden perfectamente cuando les hablan de Navalny o de lo que está sucediendo contra Belarús, porque ‘vivimos con esta amenaza de revoluciones de colores impulsadas por EEUU. Eso fue lo que pasó aquí en abril de 2019. Hubo cientos de muertos, la mayoría sandinistas, y daños económicos tremendos’, rememoró.
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