La distribución del químico producido por esa entidad industrial beneficia a hospitales y clínicas de La Paz y el interior del país, explicó el viceministro de Defensa de los Derechos del Usuario y del Consumidor, Jorge Silva.
‘No encontramos irregularidades, las plantas de oxígeno producen al ciento por ciento de su capacidad para el mercado abierto por la pandemia y la alta demanda, sobre todo en Cochabamba y Santa Cruz’, afirmó.
El gobierno debe impulsar la industria nacional para no depender de empresas extranjeras que muchas veces no responden a la demanda interna, opinó el viceministro.
‘En la medida que tengamos empresas nacionales como esta, apoyadas por el aparato estatal, garantizaremos la demanda y cumpliremos con esa política soberana de medicamentos para nuestra población’, agregó Silva.
Según el funcionario, la demanda nacional del gas aumentó en 300 por ciento por la pandemia de Covid-19 y es necesario controlar los puntos de distribución para evitar que la venta pare en manos de especuladores.
De acuerdo con varias denuncias, esos comerciantes inescrupulosos compran y revenden decenas de botellones de oxígeno, tráfico que afecta y causa dolor a nuestra población, lamentó el viceministro.
El déficit de oxígeno limita la estrategia boliviana de atención médica para enfrentar la Covid-19 en enfermos graves y críticos ingresados en salas de terapia intensiva.
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