Un informe divulgado en esta ciudad señala que esta situación se mantiene a pesar del progreso general en el acceso a la educación durante los últimos 20 años y una reducción del 50 por ciento en las tasas de no escolarización.
La Unesco instó a los gobiernos a avanzar hacia sistemas educativos inclusivos que satisfagan las necesidades de todos los estudiantes, particularmente en el escenario actual por la Covid-19.
Según la oficina regional, el azote de la pandemia puede descarrilar el progreso y aumentar la exclusión de los estudiantes más desfavorecidos en Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.
De acuerdo con el reporte, el porcentaje de niños con discapacidad en escuelas especiales se redujo del 78 por ciento en 2006 al 53 por ciento en 2016.
El organismo añade que los diferentes planes de estudio perpetúan los estereotipos étnicos, los libros de texto se traducen del idioma mayoritario y la gama de materias que se ofrecen a las minorías es limitada.
La educación bilingüe, en la que tanto la mayoría como la minoría aprenden la historia y las tradiciones de los demás, son una rara excepción, agrega.
De acuerdo con el informe, en varios países, la proporción de niños con discapacidad en la población no escolarizada es, en promedio, dos veces mayor que la proporción de la población escolar. El impulso se perderá si los gobiernos no priorizan urgentemente los desafíos de inclusión que pueden reconstruir un mejor sistema educativo que valore la diversidad de todos los estudiantes, dijo el Director del Informe de Seguimiento de la Educación Global, Manos Antoninis.
La Unesco aseguró que la mayoría de las disposiciones sobre aprendizaje a distancia aplicadas en medio de la pandemia se desarrollaron sin prestar atención al desarrollo socioemocional de los alumnos.
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