En su versión digital el diario ofrece una larga versión y el link donde se puede acceder a la entrevista completa de uno de los fundadores de la nueva trova cubana en la que reconfirma su posición en favor de la Revolución.
Se refirió en particular a la campaña internacional en favor de concederle el Premio Nobel de la Paz a la Henry Reeve, y dijo que la calidad, pero sobre todo la humanidad de la medicina cubana, es un logro indiscutible.
Cuando se cumplieron 15 años de su fundación, la Henry Reeve ya había atendido a más de cuatro millones de personas en Asia, África y América Latina, y había salvado más de 93 mil vidas.
A una pregunta de qué pasaría si no existiera el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, respondió con su conocida filosofía.
Están los que aseguran que nuestros males son culpa del bloqueo. Pero también los que piensan que todo es por el gobierno. Mi opinión es que el bloqueo influye enormemente en nuestros problemas.
Además, agregó, está el negocio del anticastrismo, que influye hasta en las elecciones estadounidenses. Yo pienso que si bajo el bloqueo más cruel hemos conseguido nuestras propias vacunas ¿de qué no seríamos capaces si viviéramos con las mismas oportunidades de los demás países?
En cuanto a la defensa de Estados Unidos de un disidente seudo intelectual, Silvio recordó actitudes anteriores todo lo contrario que retratan las verdaderas intenciones del gobierno de ese país.
Invasiones armadas, lanchas rápidas tiroteando, paracaídas con armas para la subversión. El bloqueo empezó en 1960 con la suspensión de la cuota azucarera que Estados Unidos compraba a gobiernos complacientes de Cuba.
Hoy aplica sanciones al banco que realice una operación con nosotros; pone en lista negra a navieras que traen mercancía y multa a personas que nos visiten sin su permiso.
Se trata de un plan para crear una crisis económica tan profunda que el pueblo llegue a odiar a su gobierno. ¿Tendrá que ver el abuso continuo de seis décadas con la decepción de algún joven?
Advirtió que hoy día los cubanos están más al pendiente de la Internet. Pero hay huecos tecnológicos que son aprovechados por adversos al gobierno y al pueblo cubanos.
La desconfianza inicial que hubo en Cuba con los que se marchaban fue cediendo con los años. Por eso no creo que sea la diáspora, o al menos toda, la que financia esos portales, aunque haya emigrantes que les guste llamarse exiliados y elijan sumarse a la hostilidad imperial, expresó.
En Estados Unidos el anticastrismo es un viejo negocio que financia estaciones de radio y de televisión, programas, campañas y artistas que creen en eso.
No tengo dudas de que hay gente pagada para inundarnos de malas opiniones, agregó.
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