Fecha de festejo para la población y de nostalgias para una parte de ella, la efeméride conmemora la Declaración de la Soberanía Nacional de Rusia, aprobada el 12 de junio de 1990 por el primer Congreso de los Diputados Populares de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (RSFSR), tras el comienzo del proceso de desintegración de la URSS.
Tal decisión concedió a la entonces república soviética plenas facultades para la gestión de la vida política y social del nuevo país y proclamó la supremacía de su Constitución y leyes.
Un año después, Rusia celebró sus primeras elecciones presidenciales directas y abiertas, en las que triunfó Boris Yeltsin, entonces presidente del Consejo Supremo de la RSFSR.
En 1992 la fecha fue proclamada fiesta nacional. Debido a que la celebración contenía la palabra ‘soberanía’, muchos ciudadanos la llamaron durante un tiempo ‘Día de la Independencia’.
Yeltsin propuso en 1998 que se cambiara el nombre por el de Día de Rusia, que no se hizo oficial hasta el primero de febrero de 2002, al entrar en vigor el nuevo Código Laboral.
Es habitual que el país conmemore la fiesta con conciertos, competiciones, bailes e incluso discotecas en sus plazas y parques principales, actividades que concluyen en la noche con fuegos de artificios de colores blanco, rojo y azul, como la bandera del país.
Sin embargo, el rebrote de Covid-19, sobre todo en Moscú, ha provocado nuevos llamados de las autoridades rusas a vacunarse y cumplir con las medidas epidemiológicas para el enfrentamiento a la pandemia.
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