Pensemos en ello, dijo el sumo pontífice en un comentario tras concluir el rezo dominical del Ángelus y subrayó que ‘el Mediterráneo se ha convertido en el cementerio más grande de Europa’.
Francisco abordó ese tema al referirse a la ceremonia organizada hoy en la ciudad portuaria de Augusta para recibir los restos del barco Madonna Addolorata, hundido en el canal de Sicilia el 18 de abril de 2015 con cientos de migrantes a bordo.
Los despojos de la embarcación, recuperados por el gobierno italiano en 2016 para su remoción y búsqueda de cadáveres, fueron entregados al artista Chistoph Buchel, para su exhibición en la Bienal de Arte de Venecia en 2019.
Las partes restauradas del pesquero fueron trasladadas el 20 de abril último al puerto siciliano, donde permanecerán como tributo de recordación a las víctimas de uno de los principales desastres del flujo de migrantes en el mar Mediterráneo, con un saldo de 28 sobrevivientes, 58 muertos, además de entre 700 y 900 desaparecidos.
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