El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (Mspas) actualizó el semáforo Covid-19 para las próximas dos semanas y nueve localidades más pasaron a alerta máxima en comparación con el anterior reporte; en tanto, 96 están en naranja (alerta alta) y 61 en amarillo (media).
La situación continúa tensa en el departamento de Guatemala, donde hay 14 municipios en rojo y tres en naranja, entre estos, la capital, y ninguno en amarillo.
Desde hace dos semanas la pandemia mantiene en jaque al sistema público hospitalario por el aumento de casos graves y moderados, en medio de denuncias por falta de medicamentos para tratar la enfermedad y lentitud en la cobertura de inmunización debido a la poca cantidad de dosis de AstraZeneca y Sputnik V, los dos biológicos adquiridos por el Mspas. Según las estadísticas de la cartera, la positividad registró un alza, actualmente en 21,23 por ciento, a pesar de que la cantidad de pruebas disminuyeron, y los decesos diarios oscilan entre 20 y 30, muy por encima de los peores números del pasado año.
Recientemente, las autoridades de Salud habilitaron el registro de personas entre 50 y 59 años de edad para acceder a las vacunas antiCovid-19 en paralelo con los de 60 años en adelante, pero los centros se vieron abarrotados, hay quejas sobre la atención y déficit de insumos.
De acuerdo con Zulma Calderón, defensora de la Salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos, hay otros factores que contribuyen al temprano colapso del plan nacional de inmunización como desorden, un sistema informático con fallas constantes, cuestionamiento sobre la transparencia del proceso y desinformación.
Se inició la fase II sin culminar la cobertura del personal de Salud y mientras una gran cantidad de los mayores de 70 años no recibían la primera dosis por problemas en el registro y falta de información, se abrió una fase que no figuraba en el diseño original, los mayores de 65 años y poco después, los mayores de 50, alertó.
Un estudio de la bancada Semilla, fuerza opositora en el Congreso, criticó, además, la ausencia de una campaña de comunicación oportuna, masiva y con pertenencia cultural ante las características multilingües y pluriculturales de la población guatemalteca.
‘El plan en curso sigue siendo excluyente, pues el sistema de registro al requerir Internet, deja fuera a la población rural y adultos mayores, además de ser complicado’, concluyó el partido, después de 22 fiscalizaciones a centros de vacunación tanto del área metropolitana como del interior del país.
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