Tanto el afgano-japonés como el Ali Jinnah tuvieron que cerrar sus puertas porque no tenían más camas ni recursos, declaró a la prensa un funcionario de salud bajo condición de anonimato.
Según la fuente, las dos instituciones capitalinas enfrentaban una persistente escasez de oxígeno y otros suministros médicos.
Por su parte, el portavoz adjunto del Ministerio de Salud, Mirwais Alizay, dijo que los hospitales a veces cerraban debido al mayor número de pacientes, pero negó que enfrentaran una grave escasez de suministros.
No obstante, funcionarios de ambas clínicas confirmaron que debían dejar de recibir nuevos pacientes porque sus camas estaban llenas.
Solo tenemos 50 camas para casos de Covid-19, ese es el principal problema, señaló el director del Ali Jinnah, Eid Wali.
Afganistán enfrenta una tercera ola de la pandemia, con un número récord de infecciones y muertes reportadas en medio de un aumento de la violencia.
Este lunes fueron reportados mil 804 nuevos casos y 71 muertes por la enfermedad, lo cual eleva las cifras totales a 93 mil 272 y tres 683, respectivamente, pero se estima que se pasan por alto muchos casos por las bajas tasas de pruebas.
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