‘Si esta retórica es seguida de una sugerencia para reunirse y conversar sobre temas bilaterales y asuntos de política internacional, lo veo como un deseo de involucrarse en un trabajo en conjunto’, dijo el mandatario ruso, a dos días de la cumbre de Ginebra con su homólogo estadounidense, Joseph Biden.
Durante su intercambio con la cadena NBC la semana pasada, Putin subrayó que ‘si este deseo es serio, estamos preparados para apoyarlo’.
Preguntado sobre el papel de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, el jefe de Estado ruso señaló que ha dicho en varias ocasiones que la OTAN es un vestigio de la época de la Guerra Fría. ‘No estoy seguro por qué continúa existiendo’, comentó.
Acerca de las relaciones entre Moscú y Beijing, Putin denunció los intentos de destruir las relaciones entre ambas naciones. No obstante, resaltó que Rusia y China tienen un alto nivel de confianza y cooperación.
Significó que la asociación estratégica entre los dos países alcanza los ámbitos de la política, la economía, la esfera tecnológica y la cooperación técnico-militar.
‘No consideramos que China represente una amenaza para nosotros; es un país amistoso y no nos declarará su enemigo como lo hizo Estados Unidos’, indicó.
Interrogado sobre el futuro de Rusia cuando abandone la Presidencia, Putin comentó que nada se derrumbará y diferenció la situación actual con el que existía en el 2000, cuando el país estaba ‘a punto de perder su soberanía, su integridad territorial’.
Recordó que entonces el nivel de pobreza ‘era colosal y catastrófico’, y el Producto Interno Bruto de Rusia descendió ‘hasta el nivel del suelo’.
‘Actualmente hay muchos problemas, pero la situación es completamente diferente. Sin falta aparecerá otra persona que ocupe mi puesto. ¿Acaso hay razón para que todo eso se derrumbe?’, respondió el presidente.
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