‘Por supuesto, este tema no se puede pasar por alto de ninguna manera. Las relaciones bilaterales son la piedra angular’, dijo, respondiendo a una pregunta sobre la discusión del tema durante la cumbre que se iniciará en unas horas en esta ciudad.
Peskov destacó que el diálogo entre la Federación de Rusia y Estados Unidos se vio interrumpido por iniciativa de Washington, a la vez que reiteró la necesidad de ‘limpiar todos los escombros’ en las relaciones bilaterales.
‘Nuestra propiedad diplomática, la incapacidad de nuestros empleados para trabajar, la falta de diálogo en áreas tan sensibles como la lucha contra el terrorismo, la seguridad de la información, etc’, fueron temas que el político ruso mencionó como prioritarios.
La víspera, el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, admitió que una de las decisiones a aprobarse en la cumbre presidencial es el regreso de los embajadores a sus respectivos puestos.
Consideró que el retorno de los diplomáticos a ambos países les permitirá implementar los posibles entendimientos o acuerdos de la reunión de este miércoles.
Sobre el encuentro de este miércoles, Peskov dijo al Canal 1 de la televisión rusa que los mandatarios de ambos países pueden hablar cara a cara si quieren, ‘nadie limita el tiempo de las negociaciones’, apuntó.
‘Los jefes de Estado son los jefes de Estado. Si consideran necesario hablar cara a cara, hablarán cara a cara, y nadie fija tampoco la hora para los presidentes. Será absolutamente su elección’, señaló.
No obstante, el portavoz del Kremlin advirtió que ‘la agenda es tan extensa que, por supuesto, es extremadamente difícil ajustarla en cuatro o cinco horas de negociaciones’, explicó.
Esta será la primera cumbre ruso-estadounidense desde la reunión de Putin con el expresidente Donald Trump en Helsinki, en julio de 2018.
ga/mml/cvl